Como hemos visto en anteriores entradas, este tipo de Soldadura nos trae innumerables ventajas en nuestros procesos, tales como tiempos cortos de soldeo, ahorro de materiales, seguridad, altas tasas de producción, facilidad para mecanizar y automatizar, ecología y por supuesto, una unión fiable y de excelente calidad. Pero, para entender como se obtienen estos excelentes resultados, es necesario conocer las fases del proceso de Soldadura por resistencia.
Así que por favor siga leyendo y entérese de las características y detalles de cada una de ellas.
Fase 1: Posicionamiento
En la primera de las fases del proceso de Soldadura por resistencia, una vez que los materiales se encuentran bien sujetos, se ejerce presión sobre los electrodos para así conseguir la unión de los elementos a soldar.
Recordemos que la función esencial de los electrodos en este proceso termoeléctrico es su aplicación en los extremos de las piezas a soldar, teniendo que asegurarnos de que cuenten con 3 características esenciales:
- Buena conductividad eléctrica para evitar fluctuaciones de temperatura.
- Alta tenacidad y resistencia a elevadas temperaturas y fuerzas.
- Buena conductividad térmica.
Además de elegir el tipo de electrodo adecuado de acuerdo a su función, tipo de punto y material, para que sean los ideales en cada procedimiento.
Fase 2: Soldeo
En la segunda de las fases del proceso de Soldadura por resistencia la corriente eléctrica se genera mediante un transformador y pasa hasta los electrodos creando una diferencia de potencial.
Así mismo, se mantiene una presión entre ellos, la cual suele ser mejor que la ejercida en la fase anterior; siendo necesario este tipo de contacto entre los electrodos y las piezas antes de aplicar el calor y la presión, pues a pesar de ser los principales elementos, el correcto toque entre ambos será lo que permita alcanzar la temperatura adecuada para que se realice la fundición y con ello una Soldadura resistente y de buena calidad.